
No solo es música
Llegamos a la antesala del final del festival y el sentimiento que me embarga es el
de la amistad, esa gente que solo ves durante una semana cada 365 días pero que
sientes muy cercanos. Con el paso de los años, vas sabiendo de sus vidas, de sus
problemas y alegrías, de las enfermedades que han padecido y de las que han
superado, de sus cambios vitales. Son esa gente que te alegra mucho con solo
sentir su presencia porque sabes que estás en el Rototom.




Nómada de la fotografía, transito de un escenario a otro constantemente y
siempre me estremece el llegar y ser recibido por una cara conocida, un chocar de
puños, un abrazo, un saludo sentido, y si además suena buena música como 99
Posses, Cool Up, Megumi Mesaku o Payoh Soulrebel, entonces parece que has
logrado la piedra filosofal porque todo lo que te rodea brilla como el oro. Esto es lo
que me hace volver una y otra vez al Rototom porque, al final, la música la puedes
escuchar en tu casa pero el cariño, eso solo llega en persona. Amo a la gente del
Rototom.



