
Amistades
Me reconcilié con Ana Tijoux. Un concierto espectacular que me hizo olvidar decepciones pasadas. Porque un enfado no puede durar eternamente y la vida es muy corta para perderla en peleas cainitas.

El reggae es una música a la que se vuelve continuamente porque es parte de ti, como ocurre con las renacidas Abakush o el perpetuo homenaje de Julian Marley a su padre. Porque el pasado es la piedra sobre la que creces como le ocurre a Mortimer, una de las nuevas voces jamaicanas que disfrutó del gran concierto de Burning Spear a pie de pista. Y si de homenajes hablamos, el de Third World a sí mismos, con un Big Youth sin riendas como invitado quien transformó Satta Massagana en un ejercicio de pura improvisación.





Y si tuviéramos que valorar quién nos gustó más entre Kumbia Boruka y Ires Ites, lo tendríamos que hacer lanzando una moneda al aire y que decida el azar, porque ambas propuestas, tan alejadas entre sí, fueron la sorpresa de la madrugada del domingo. Lástima que ahora paguemos todo con tarjeta y ya no llevemos ni una mísera moneda en el bolsillo.

